2012/11/15

11 de noviembre


El pasado domingo, 11 de noviembre, creo que a nivel internacional, se celebraba el Día del Enoturismo, y eso es precisamente lo que hicimos para celebrarlo, Enoturismo en La Rioja, dónde mejor?


Hace ya tiempo publiqué un artículo sobre la visita a CVNE, en Haro, una de las bodegas más históricas del Barrio de las bodegas de la Capital del Rioja. Y si CVNE, es la Historia, por su tradición y su relevancia en el pasado del Rioja, de la misma propiedad, Viña Real, es el presente y yo diría que el Futuro de esta emblemática marca de Rioja.
 

La bodega, diseñada por el francés Philippe Mazieres, es todo un emblema en las bodegas de reciente construcción, su forma circular (“barrica” de más de 50 metros de diámetro) y su emplazamiento- en lo alto de una colina cercana a Logroño-, son imágenes que han llenado publicaciones sobre el tema en los últimos años. Por todo ello, era una visita que teníamos pendiente y por la que teníamos mucho interés. 
Imagen de la Web de la Bodega Viña Real
 
El edificio en sí, tiene muchos puntos destacables, que me gustaría nombrar, pero no puedo esperar para escribir sobre lo más impactante, para mí, de todo el edificio: “los calados”. Y lo entrecomillo, porque creo que llamar calados a dos túneles de 125 metros de longitud y 14 metros de diámetro, que se ejecutaron con la tuneladora del Metro de Bilbao, en roca caliza, es pasarse de modestia… Si los abuelos de muchos de nosotros, riojanos, que con sus manos y pequeñas herramientas construyeron sus bodegas bajo las casas en los pueblos, entrasen hoy en estos túneles, cavernas, se caerían de espaldas.

 
La visita a los túneles es impresionante, la construcción de éstos fue la que hizo que la obra durase desde 1998 hasta 2004, ya que la tuneladora no estaba prevista ni las dimensiones eran las proyectadas. Hasta 10 alturas de jaulones de botellas encontramos en el calado, y unas 20.000 barricas llenan dichos túneles. He de decir que, según yo creo, el gunitado del interior del túnel y el hormigonado del solado, además de las dimensiones en sí de la instalación, impedirán muchos de los objetivos que se conseguían con la construcción más tradicional de las bodegas.




Una vez fuera de la colina- el cerro de la Mesa-, la nave de elaboración circular,  sobre la nave de las barricas, está diseñada con detalle para que el vino sea cuidado al máximo, sin bombeo de la uva o los caldos, que se transportan mediante OVIs (también trabajaban con ellos y un gran puente grúa en Baigorri), con una grúa sobre los depósitos dispuestos en círculos concéntricos.
 
Y el interior de la nave, que exteriormente parece opaca como una barrica, es un gran “pozo de luz” que a través de un lucernario circular central recoge esa luz cenital y la lleva hasta la nave de barricas inferior, en la que descansan también ordenadas radialmente, las barricas más nuevas de la bodega.
 


La geometría de la sala de barricas, con los pilares inclinados radialmente, la convierte en un espacio singular 

Detalle de los durmientes de la sala de barricas de hormigón, con apoyo de madera y grava
Un día tenemos todavía por delante para planear algo para este fin de semana, mi recomendación... Visitad la Rioja y alguna de sus bodegas, probad los vinos y disfrutad de la comida, porque en La Rioja buscamos LA CARA POSITIVA y, aunque haya que buscarla un poco últimamente, la encontramos, os lo aseguro...

 

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